It
had been years since I attended the best, for me, motorcycle meeting
in the Peninsula.
Back
in 94 or 95 my friend Pepito Vila told me that he, along with Luis
from Pontevedra, Adela and Aurora, went almost every year to
Cantabria for a meeting of classics organized by MC Pistón (oldest
club in Spain). That year it was made in Santillana del Mar, we made
the correspondent inscriptions and departed from Ourense a beautiful
rainy day in October. The convoy was composed by Vila with his Norton
Comando Fastback, Luis with the Norton Comando 850, Aurora and Adela
with the Volkswagen Polo and the trailer (just in case) and me with
my Triumph Daytona T100r.
We
made the route by the road of Ponferrada towards León, where we had
to meet the girls for lunch. Till there everything was OK, with no
further problem than the typical stops for fill up with gas, oil for
the bikes and antifreezer (coffee liquor) for the riders (we were
younger and fierier, this latter we don’t do it anymore…). From
León we took secondary roads to Potes, by San Glorio Heights. We
didn’t see the girls again until we arrived to the dinner the
MotoClub had scheduled for 8 or 9 in the evening. Coming down from
San Glorio, already night, it was hard to drive the bikes without
falling to the ground. The slippery thing was no other than dung of
the cows that go down the mountains to the village of Potes for the
winter. In Potes, Vila, who had arrived with a broken clutch cable
and didn’t stop even in the intersections, and Luis, who ran out of
the front brake pads, made some emergency repairs in a motorcycle
garage in which they let us “play around” with the bikes. Luis
decided to take apart the front brake pin not to be tempted to use
the brake damaging the disc. Amazingly nothing worth mentioning
happened to the Daytona during the whole trip. That is quite rare, as
it is known that this bike is a “crybaby”and the trip was not a
joke…
About
10 in the evening we entered Santillana del Mar, we were supposed to
arrive sooner or later… We were welcomed by Josón and the rest of
the people there with a loud applause.
We
made the trip with rain from 8 in the morning, when we left Ourense,
until 10 in the evening that we reached Santillana. The way back was
a little less rainy and with some electrical problems in Vila’s
Norton, but we arrived home over our reliable and whimsical bikes.
This
trip last weekend, I made it on a more modern BMW that I bought this
summer, to which I will make a post some day, and in company of
Roseta. Vila, Aurora and the dogs were in Colombres, and they share
with us the house they had rented. Luis and Adela were not there,
they were in a wedding, but next year I hope all of us can go on our
classic bikes.
Greetings
to the main characters of this story, who I knew thanks to an English
girl parked in the basement of my house.
If
you’ll pardon, an advice in case someone for MC Pistón reads this:
it would be nice to prepare a parking out of Colombres for the ones
who go in modern motorcycles and thus we don’t overshadow the bikes
in the meeting, cause unfortunately some like to attract attention.
Hacía
muchos años que no asistía a la que para mí es la mejor reunión
de motos de la Península.
Allá
por el año 94 ó 95 me comentó mi amigo Pepito Vila que él, junto
con Luis de Pontevedra, Adela y Aurora, iban casi todos los años a
Cantabria a una reunión de clásicas que realizaba el MC Pistón
(Club más veterano de España). Ese año se realizaba en Santillana
del Mar. Hicimos las pertinentes inscripciones y partimos desde
Ourense, un precioso día de lluvia del mes de octubre. La caravana
estaba compuesta por Vila con su Norton Comando Fastback, Luis con la
Norton Comando 850, Aurora y Adela con el Volswagen Polo y el
remolque (por si las moscas), y yo con mi Triumph Daytona t100r.
La
ruta la hicimos por la carretera de Ponferrada en dirección a León
donde habíamos quedado con las chicas para comer. Hasta allí todo
transcurrió bien, sin más altercado que las típicas paradas para
repostar gasolina, aceite para las motos y anticongelante (licor
café) para los pilotos (éramos más jóvenes y fogosos, esto último
ya no lo hacemos).
A
partir de León cogimos carreteras secundarias en dirección a Potes
por el Alto de San Glorio, a las chicas no las volvimos a ver hasta
llegar a la cena que el Moto Club tenía prevista para las 8 ó 9 de
la tarde. Bajando de San Glorio, ya por la noche, costaba manejar las
motos sin caerse al suelo; lo que resbalaba no era otra cosa que las
bostas de las vacas que bajaban de la montaña al pueblo de Potes
para pasar el invierno.
En
Potes, Vila, que había llegado con el cable del embrague roto y no
paraba ni en los cruces, y Luis, que se había quedado sin pastillas
de freno delantero, hicieron unas reparaciones de emergencia en un
taller de ciclomotores en el que nos dejaron "fozar" en las
monturas. Luis decidió desmontar la pinza del freno delantero para
no tener la tentación de frenar con él y no estropear el disco.
Asombrosamente a la Daytona no le pasó nada reseñable en todo el
viaje. Eso es bastante raro, pues es sabido que estas monturas son un
poco "pupas" y el viaje no era una broma.
Sobre
las 10 de la noche hicimos la entrada en Santillana del Mar, se
suponía que antes o después llegaríamos... Nos recibieron Josón y
el resto de personal que allí se encontraba con un fuerte aplauso.
El
viaje lo hicimos con lluvia desde las 8 de la mañana que salimos de
Ourense hasta las 10 de la noche que llegamos a Santillana. La vuelta
la hicimos con algo menos de lluvia y con unos pequeños problemas
eléctricos en la Norton de Vila, pero llegamos a casa en nuestras
fiables y caprichosas motos.
Este
viaje del pasado fin de semana, lo hice en una BMW más moderna que
me compré este verano, a la que le haré una entrada en el blog un
día de estos, y en compañía de Roseta. En Colombres estaban Vila,
Aurora y los perros, que nos dieron alojamiento en una casa que
habían alquilado. Faltaban Luis y Adela que estaban de boda, pero el
año que viene espero que podamos ir todos en las clásicas.
Un
saludo a los protagonistas de esta historia, que conocí gracias a
una inglesa que está aparcada en la bodega de mi casa.
Si
se me permite, un consejo por si alguien del MC Pistón lee esto:
habría que pensar en realizar un aparcamiento en las afueras de
Colombres para los que asistamos en motos modernas y de esta forma no
restarle protagonismo a las motos de la reunión, que por desgracia
los hay a los que les gusta dar la nota.
2 comentarios:
oh un 400 four ! toute ma jeunesse !
super machine....mais ça mouline...
très beau ce blog ! compliments !
Merci beaucoup, mon ami
;-)
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